martes, 19 de marzo de 2024

Interocio 2024

Un año más marzo vine marcado por una fecha importante en el calendario: Interocio, la Feria Internacional del Ocio y el Entretenimiento.



Teníamos muchas ganas de ir al IFEMA a probar nuevos juegos, así que madrugamos tanto que nos pusimos los segundos en la cola de acceso.

Horrified de Ravensburguer

Jugadores: de 1 a 5

Tiempo aproximado de cada partida: 60 minutos

Edad aconsejada: + de 10 años



Nada más entrar nos dimos una vuelta rápida. Era difícil elegir juego. A Iván le tentó mucho la versión gigante de Puzzler Pro, de Smart Games, porque a él eso de los retos lógicos le encantan, pero no le hacía gracia tenernos a todos mirándole mientras resolvía y al final nos sentamos en uno al que podíamos jugar todos: Horrified de Ravensburguer, un cooperativo en el que teníamos que vérnoslas con monstruos del cine de terror clásico, cumplir una misión por cada uno y finalmente matarlos. Para ello, contábamos con las características de cada personaje, una serie de objetos que debíamos recoger y habilidades especiales que conseguías al llevar a los civiles al lugar al que correspondían. Mientras los monstruos no se quedaban parados y en su turno se movían, atacaban y te la liaban parda. Nos gustó mucho, la verdad.



Ahí nos encontró jugando Madre urbanita, con la que habíamos quedado para pasar el día en la feria. Se nos unió y les dio cerita a Drácula y al monstruo de la laguna.

Cthulhu Cubes

Jugadores: de 2 a 5

Tiempo aproximado de cada partida: de 5 a 15 minutos

Edad aconsejada: + de 8 años


Tras acabar con los monstruos del cine clásico, decidimos enfrentarnos a uno de los más grandes: Cthulhu. Nos sentamos en la mesa de Cthulhu Cubes e hicimos nuestras tiradas para ser los primeros en quedarnos sin dados. Con este fin teníamos que hacer ofrendas al ritual en el altar, pasar nuestros sectarios a otros jugadores y comparar las pistolas con las que le salían al compañero de al lado a ver si le colábamos alguna. Qué risas. Es un juego rápido y muy entretenido.


Drak

Jugadores: de 2 a 6

Tiempo aproximado de cada partida: 15 minutos

Edad aconsejada: + de 6 años


Como la parte central se había empezado a llenar demasiado, decidimos darnos una salto a los prototipos. Allí formamos familias de dragones con Drak forzando nuestra memoria a tope para deducir a quién teníamos que pedir qué familia de dragón y puntuar reuniendo todas sus cartas. Aquí Iván nos pegó una paliza de cuidado.


Delirium

No encuentro las características generales del juego, pero yo diría que de 2 a 6 jugadores, para +12 años y partidas muy largas.



Al terminar, nos pasamos a la mesa de al lado para conocer el prototipo de Delirium, un juego de rol de mazmorreo que mezcla rol, tableros por piezas, minis, elementos de atrezo y un app que funciona como máster. Curiosamente las tiradas son físicas, no por la app, y eso me hizo gracia, porque me gusta hacer tiradas al estilo clásico. Jugamos un turno como demo y nos pareció curioso.



Marvel Remix

Jugadores: de 2 a 6

Tiempo aproximado de cada partida: 20 minutos

Edad aconsejada: + de 12 años

Cuando nos levantamos después de enfrentarnos a los monstruos de la mazmorra de Delirium, Raúl nos habló de un juego de cartas curiosón que nos llamó la atención, Marvel Remix, y nos acercamos al stand de la editorial Looping Games con la esperanza de poder probarlo. Había ya tanta gente que no dábamos un duro por conseguir hueco, pero se hizo un milagro y al poco de llegar nosotros terminaban su partida dos chicos que se levantaron y nos dieron paso a nosotros. Nos sentamos encantados y Raúl nos repartió las cartas: una del mazo de villanos y seis del mazo normal, en la que podían tocarle superhéroes y muchas otras cositas. Cada carta tenía sus efectos, símbolo y habilidades. La idea era que en cada turno elegías la carta que menos te favoreciera y la cambiaras por una del mazo de villanos o una del mazo normal. Al final tenías que tener en tu mano al menos un villano y un superhéroe para poder sumar todos los puntos conseguido. Gana el que más puntos obtenga, que, por cierto, fui yo (jeeeeeejejejejejeje).


Take it easy

Jugadores: de 1 a 8

Tiempo aproximado de cada partida: 20 minutos

Edad aconsejada: + de 10 años

De ahí fuimos al stand de Brain Picnics, donde nos enseñaron un juego muy adictivo: Take it easy. En el que no nos lo tomamos con nada de calma, más bien sacrificamos algunas neuronas en pro de construir tuberías que nos dieran cuantos más puntos mejor. ¡Y la cosa era chunga de narices! Nos moló un montón.



Mantis

Jugadores: de 2 a 6

Tiempo aproximado de cada partida: 10 minutos

Edad aconsejada: + de 7 años



Nos encontrábamos ya en el punto álgido de la feria y veíamos difícil encontrar hueco cuando vimos por el rabillo del ojo una mesa libre. ¡A por ella! Nos sentamos y reparamos en que estaba vacía, así que preguntamos a los chicos del expositor y resultó ser una tienda que había traído una pequeña ludoteca. Qué idea más genial. Entre los juegos que tenían en la estantería elegimos Mantis, que ya lo habíamos probado, pero no nos importaba repetir para que Madre urbanita lo jugara. Es muy divertido para picarse entre los jugadores ya que va de robar cartas del mazo central con la única pista de que la mantis que encontramos es de uno de los tres colores que muestra el reverso eligiendo si queremos robar las cartas de un jugador en concreto o puntuar alguno de nuestros mazos.

En el cuarto del pánico

Dificultad Media



Decidimos tomarnos un descanso. Ya habíamos comido sobre las 12 pensando en aprovechar la hora de la comida para seguir probando juegos, pero parece que los asistentes se habían coordinado porque las mesas seguían llenas, así que nos dimos una vuelta por la zona de artistas. Habían cosas muy chulas.

Yo me llevé un escape Book de Mari, que son acierto seguro. En el cuarto del pánico me convertiré en un periodista que queda atrapado en el cuarto del pánico de un multimillonario buscando sus trapos sucios. A ver si logro escapar de esa trampa mortal. ¡Cruzad los dedos por mí!



Imserso to the limit (juego de rol)

Sistema: Y-sistem


Con mi compra, firmada y dedicada, calentita en mi mochila nos encaminamos a la zona de rol para que nos hicieran una partida de prueba del sistema de Walhalla Y-sistem, allí nos ofrecieron entres tres posibilidades y elegimos la de Imserso to the limit porque nos pareció la más curiosa. Así nos embarcamos en un viaje para buscar pareja en un yate de lujo que nos toca a los cuatro casposos protagonistas de la historia. Lo malo es que cuando la cosa se empezó a poner buena el máster dio por finalizada la partida porque sólo era una demo de media horita. La verdad es que nos reímos mucho, pero nos quedamos con la miel en los labios. 

En la web de Walhalla Ediciones te puedes descargar gratis el reglamento, el reglamento de la versión para niños,  y la guía de inicio rápido de Imserso to the limit, por si te apetece probarlo.

El máster nos invitó a sentarnos en otra de las mesas  de rol en las que se jugaban aventuras completas, pero, entre que los niños ya estaban que se subían por las paredes y que nosotros queríamos aprovechar para probar más juegos de mesa, no nos decidimos por una partida más larga.

Zona de Minis


Aprovechamos para visitar la zona de las minis, en la que había montado unos dioramas chulísimos. A mí me flipó uno de japón y otro de un barco. La verdad es que se lo curran muchísimo.



Nakum

Jugadores: de 1 a 4

Tiempo aproximado de cada partida: de 20  a 45 minutos

Edad aconsejada: + de 14 años



En el stand de Draco ideas, probamos Nakum, un juego de gestión de trabajadores en el que se puede llegar a la victoria de varias maneras, pero todas requieren de una estrategia muy pensada. Nos gustó mucho. Encima, nos explicó las reglas su autor, Carlos Viedma, que más majo que el chocolate con leche.

Hispania

Jugadores: de 1 a 3

Tiempo aproximado de cada partida: de 30  a 60 minutos

Edad aconsejada: + de 14 años


También nos explicaron la mecánica de Hispania, un juego de estrategia para acabar con las revueltas en la Hispania del imperio romano que cuenta con unas reglas muy sencillas, pero mucha enjundia al jugar. También nos gustó mucho.

El año que viene más y mejor

Y los adultos hubiéramos seguido probando juegos, porque nos gusta mucho este vicio tan chulo, pero las fieras adolescentes nos lo estaban poniendo muy difícil, así que tuvimos que marcharnos con mucha pena en el corazón y el juramento de dejarlos en casa la próxima edición.


Pudimos saludar a mucha gente estupenda, como Frikivetusto, Capitán Mordigan, Iolanda, Manuel Palau y Cris de Brain Picnic, Kellypch, algunos organizadores de la feria a los que también vemos en las TdN... Pero nos supo a poco y nos quedamos sin ver a mucha gente con la que siempre coincidíamos. Lo dicho, el próximo años nos vamos sin niños y disfrutamos a tope tan a gusto sin prisas y hasta el cierre.







martes, 20 de febrero de 2024

Chefs de Yllana

Tan irreverentes como siempre y con un humor absurdo que a veces parece que hasta se les va de las manos, Yllana vuelve a llevar al teatro una obra singular, original y descacharrante: Chefs.

En esta ocasión se narran las peripecias de un chef caído en desgracia y su camino a la reconquista de la gloria. Un camino lleno de sangre, violencia y situaciones totalmente surrealistas. La compañía se caracteriza por construir la historia a base de gags, onomatopeyas, muecas y gesticulación exagerada.

También puede ocurrir que acabes manchado o gaseado si te sientas muy cerca del escenario. O que te lleves una somanta de platazos de papel.

No negaré que cae en lo chabacano y asqueroso, pero me sigue haciendo gracia. No lo puedo evitar. Incluso los momentos en los que ellos mismos se parten porque pasa algo con lo que no contaban o la escena se va de las manos. Como por ejemplo cuando le meten polvos de talco en el ojo a uno de los actores sin querer o rompen un plato porque la intensidad de la escena va in crescendo y se quedan todos en plan "WTF" y luego se parten junto con el público.

Desde luego, sobra decir que no es una obra para niños, pero mis adolescentes la disfrutaron muchísimo. Hasta el troll de Iván se partía de la risa mientras se quejaba de que siempre le llevábamos a sitios a los que no quería ir (si fuera por él se pasaría todo el día pegado a las pantallitas ainsss)

Salimos del teatro muertos de la risa y comentando las escenas más impactantes. Aprovechamos que estábamos por la Latina para acercarnos a Yatai Market, un mercado de street food asiática. nos pareció muy curioso y lo pasamos muy bien. Pero creo que prefiero elegir entre un sólo menú, que recorrerme puestos leyendo cada menú para elegir lo que quiero. Ya de normal me cuesta mucho elegir XP

domingo, 18 de febrero de 2024

Gala con motivo del año nuevo chino 2024 de la Unión de Estudiantes e Investigadores Chinos en España en la Universidad UPM

Un estudiante de Raúl nos invitó a asistir a la Gala con motivo del año nuevo chino 2024 de la Unión de Estudiantes e Investigadores Chinos en España en la Universidad UPM y no nos lo pensamos dos veces. Nos encantan este tipo de actividades culturales que traspasan fronteras. A todos, excepto a Iván, que está en una etapa emo adolescente que hay que sacarle de casa a rastras. Y luego se dedica a trolear como genio del mal que es.

El caso es que esta vez la cosa no empezó tan mal. Nos estuvo gruñendo en la oreja todo el camino, pero, una vez allí, se puso más contento cuando hicimos una parada en una cafetería a la espera de que empezara el evento. Menudo sol hacía. Casi nos ponemos morenos en las terraza. la verdad es que lo disfrutamos mucho.

Luego nos metimos en el salón de actos en el que se iba a desarrollar la gala y, tras unos minutos de espera, comenzaron con un vistoso espectáculo de esa forma de bailar tan de moda en países asiáticos en el que mueven exageradamente los brazos y las manos. Yo ya lo había visto en algunos animes y verlo en directo me hizo mucha gracia. A Iván al parecer también, porque sonreía y todo.

Pero sus ánimos se vinieron abajo fulgurantemente cuando empezaron los discursos institucionales. Tu ve que sacar todas mis armas de madre para mantenerlo entretenido y que no incordiara. Me recordó un poco a cuando estos eran bebés y pasaba un poco lo mismo. Hasta un masaje de manos le hice. Y el muy desagradecido se dejó hacer, se me quedó mirando fijamente y me soltó "Estoy casi seguro de que te lo has inventado". ¡Será bicho!

Los discursos duraron un poquito demasiado, pero luego continuaron con una danza tradicional muy vistosa que me encantó, aunque al adolescente que tenía a mi lado parece que no tanto. La música tradicional que vino después pareció engancharle un poquito más. Luego nos mostraron otra danza preciosa y dieron paso a un sorteo.

Entonces nos dimos cuenta de que no habíamos cogido la bolsa con la que obsequiaban a los asistentes ¡y que tenían los tickets para los sorteos! Así que salí rápidamente a hacerme con una. La chica que me atendió me dio cuatro. "Una por cada entrada" me explicó muy sonriente. Así que volví a ver si habíamos tenido suerte, pero que va. Nuestro número no salió agraciado en ninguno de los sorteos que hicieron. Que fueron un montón.

Pero por otro lado, los niños estaban intensamente felices con el tema de las bolsas llenas de comida. Daniel empezó a dar buena cuenta de ella tan contento. Durante el sorteo me dijo que a él sí que le estaba haciendo gracia la gala. "Tenemos que volver a viajar a China", me comentó muy ilusionado. No sé yo, que ese viaje fue carito, aunque es verdad que también alucinante.

Tras los primeros sorteos volvieron a reanudar los espectáculos y ahí fue el peor momento de crisis de Iván porque salieron unos famosísimos cómicos chinos a decir monólogos... en chino, evidentemente. Y se pegaron una buen rato. Iván hacía gestos de darse un tiro en la cabeza cada cinco minutos para mi vergüenza. le expliqué muy enfadada que estaba casi segura de que era un gesto universal y que lo entendían tanto chinos como españoles, así que, por favor dejara de ser tan maleducado. Huelga decir que me tocó volver a hacerle masajitos en los diez dedos de la mano para tenerlo entretenido con algo. En cambio su hermano se estaba partiendo de risa por la situación. Yo sólo entendía Xībānyá de vez en cuando (por cierto, significa España).

En estas logré quitarles las gafas al pequeñajo y me las probé. ¡Me quedan genial! Las próximas me las compro iguales. Una pena que su padre me obligara a devolvérselas con la excusa de que se las iba a dar de sí. ¡Pero si tenemos la misma cara! ¿Debería ofenderme o algo?

Tras los cómicos chinos, unos músicos nos deleitaron tocando instrumentos tradicionales.


Y luego, una banda moderna amenizó el ambiente. Sólo había un integrante chino, pero era el que cantaba, así que la letra estaba en ese idioma. Tras ellos salieron al escenario un grupo que entrena artes marciales para hacer bailes con diferentes elementos como abanicos, espadas o bastones. Todo muy vistoso. Ahí hasta vi sonreír a Iván, pero luego volvieron los monólogos en chino. 


Afortunadamente, esta vez el que hablaba era un español, que dominaba el chino a la perfección, y cambiaba de vez en cuando al español, así que nosotros también pudimos reírnos de sus chistes sobre su experiencia en China enseñando chino y español.

Como números finales el tablao se llenó de guitarreo, taconazos y flamenquito gracias a un chino que había estudiado guitarra en Córdoba y se había traído a unos amigos para amenizarnos la velada. También se notaba que el español lo había aprendido por esas tierras, porque lo hablaba con un acento muy simpático.


Y terminaron con un coro infantil muy tierno. Menudas voces tenían los chavales.


En general nos gustó mucho, aunque la fiera pequeña saliera vibrando de rabia por haberle llevado a un sitio al que no quería ir.

Siguió enfadado hasta que llegamos al restaurante chino donde decidimos cenar esa noche (seguimos sin cocina) y ahí ya se puso de lo más contento. Es un pelín desesperante este chiquitín mío.

Por cierto, si os parecen que las fotos están desenfocadas y los vídeos no muy estables, intentad hacer fotos y vídeos mientras atendéis a un adolescente irascible XP

sábado, 17 de febrero de 2024

Tick Tick Boom

Raúl me convenció para ir a ver el musical Tick Tick Boom que se representa en el teatro de La Estación Gran teatro Caixabank Príncipe Pío. El había visto la película y le había encantado. La verdad es que no le costó nada convencerme porque yo a estos planes me apunto encantada. Eso sí, pensamos que no era una obra que les fuera a hacer mucho tilín a los niños así que se los dejamos a una amiga que nos los cuidó muy bien. Así pudimos completar la salida con cena y todo, en plan pareja.

Nos presentamos allí poco antes de la hora y ocupamos nuestros asientos entusiasmados. La verdad es que le estamos sacando mucho jugo a lo del Abonoteatro que nos sacamos en diciembre. Enseguida comenzó la representación con la alternancia de tres actores que se hacían cargo de todos los papeles de la historia. Uno de ellos era el protagonista y los otros iban asumiendo diferentes roles y molaba mucho ver como cambiaban totalmente de registro. Sobre todo Anabel García. Hacía maravillas con sus personajes.

Las voces también eran increíbles, aunque algunas no veces no se entendía la letra. La historia es muy intimista. Va de un compositor que se acerca a la treintena sin haber conseguido su sueño de triunfar con el musical que lleva escribiendo desde hace ocho años. Es autobiográfico y su autor, Jonathan Larson, creador del musical RENT, que cambio la forma de ver y hacer musicales rompiendo con las formas establecidas hasta el momento.


Es una obra llena de reflexiones, miedos y un fuerte componente del síndrome de Peter Pan con una banda sonora muy dinámica. Un drama con tintes de comedia que sorprende por la forma en la que desarrolla todo el argumento de mano de sólo tres actores y un espacio pequeño cambiando unos pocos elementos del escenario.

No es tan espectacular como los últimos que hemos visto, pero te conquista por otras cosas. A Raúl le gustó un poco menos que a mí porque dice que la película le pareció mucho mejor y más enfocada a uno de los temas que afectan al protagonista. Pero no os quiero desvelara nada por si vais a verla.

Tras la obra, nos metimos en un tailandés a cenar. Tuvimos suerte de que pudieran ubicarnos en una mesita porque estaban completos. Ahí cenamos de maravilla.

Y luego a por los peques, que se lo habían pasado bomba con el hijo de mi amiga y con su gato, que es tan juguetón como letal.

lunes, 12 de febrero de 2024

Año nuevo chino 2024 del dragón de madera

El sábado no pudimos movernos de casa porque teníamos a los obreros dándolo todo en nuestra cocina, que estamos reformando, para que pudiéramos tener de nuevo caldera el lunes, pero el domingo nos dimos un salto al Mercado de la primavera que se celebraba con motivo de la celebración del año nuevo chino. En esta ocasión se despedía al conejo de agua y se daba la bienvenida al dragón de madera.

Nos plantamos en el barrio madrileño de Usera demasiado pronto y aprovechamos para dar un paseo por el parque Pradolongo. Raúl y yo vivimos cerca antes de mudarnos por cuestiones de logística cuando nació Daniel y nos hacía ilusión volver a visitarlo. Lo han mejorado muchísimo y eso que ya era muy chulo hace catorce años.

Allí encontramos lo que llevaba Daniel mucho tiempo buscando: un parque para adolescentes. A ver, en realidad es para niños, pero los columpios eran demasiado peligrosos para niños pequeños y algunos requerían de bastante habilidad por parte de sus usuarios.

Nos lo pasamos genial intentando superar los retos que nos presentaba. ¡Algunos eran chungos de narices!

A Daniel le preocupaba que se nos acercara algún adulto a echarle de los columpios por rebasar la edad, pero fue todo lo contrario. Vimos a más jóvenes e, incluso, adultos trepando por el fuerte o jugándose el tipo en las estructuras del exterior. Qué pena que nos quede tan lejos porque al mayor le entraron muchas ganas de volver con sus amigos y son padres. Algo que aún no va a ocurrir, porque lo veo muy peque como para salir del barrio sin adultos. 

No dio tiempo a mucho más, porque ya abrían el mercadillo y queríamos acercarnos al lugar de dónde salía el pasacalles ya que estábamos donde finalizaba y la hora a la que llegaba era muy tardía para nosotros.

Cuando llegamos al lugar había mucha gente y pocos puestos abiertos. De artesanía vimos muy poco por ese motivo y porque los niños tenían muy claro su objetivo: gastronomía china.

Por la hora no había mucha cola en los foodtracks, así que no tuvimos problema en hacernos con nuestro combo de baos. Nos sentamos a comerlos en un banco de la plaza. Los disfrutamos muchísimo.

Cuando acabamos nos fuimos a buscar sitio para ver el desfile. De tanta asistencia que había casi lo damos por imposible, pero finalmente Raúl nos encontró un hueco por el que verlo. Estuvo lleno de dragones, bailes, trajes tradicionales, música, mini espectáculos... se lo curraron muchísimo.

No lo vimos acabar porque Raúl se fue a eso de la una a ver si encontraba sitio donde comer mientras nosotros disfrutábamos un poco más del pasacalles y volvió con buenas noticias, pero teníamos que ir al restaurante ya.

No nos lo pensamos dos veces y salimos pitando a por nuestra mesa. Yo estaba completamente segura de que comer allí en un restaurante chino iba a ser misión imposible, pero acabamos en un hotpot disfrutando de sopas de setas y de pollo y coco con un montón de tropezones a la carta deliciosos: Carnes, pastas, verduras... Qué rico. Lo disfrutamos también muchísimo.

Y de allí nos encaminamos de nuevo para casa cruzando el parque. Ahora sí que nos detuvimos más para ver los rincones más chulos.

La verdad es que pasamos un día genial. Fue un planazo.